30/7/11

The sad bag of Shaky Jake



Crónicas del ipad # 2

Come back.
Tan a gustito. Creo que la traducción castiza para el "home sweet home" sería "comoensucasadeuno". Pessoa dijo que lo mejor del viaje es la vuelta a casa. Bueno, quien dice Pessoa dice Oscar Wilde, Somerset Maughan o cualquier otro triste de esos que adora mamá.

Trans Europe Express.

En esta época del año solo se debe viajar en caso de extrema necesidad, si su extrema necesidad son unas vacaciones y no tiene otro momento pues ala, valor y al toro.
Los que no trabajamos no tenemos derecho al descanso y por tanto viajamos cuando la plebe está en nuestros talleres manufacturando calcetines, recibos, sopas de sobre y cosas así.
Me refiero, of course, a los que no trabajamos porque no nos da la gana, me consta que hay criaturicas que quieren trabajar y no pueden, para ellos mi solidaridad, la conciencia social de nuestra familia está fuera de toda duda, pregunten a nuestros asalariados, pregunten. Bueno... igual ahora no sea el mejor momento que andan de eres y cosas de esas tan aburridas.

Elogio del correo ordinario.

Ya nadie manda postales. Me parece muy mal. Creo que cuando haga mi lista de lo que mola y lo que no mola pondré mandar postales como lo más. No vale mandar una foto por email, los emails son una ordinariez. De mi tía Federica, gran viajera que en gloria esté, heredé una colección de miles de postales de todo el mundo que se enviaba a si misma, la muy egoísta. Era belga, solterona y tacaña. Eso fue todo lo que me dejó en su testamento, las fincas y las cuentas suizas para Juanito “Paquete” el mozo de cuadra, una santa ya digo.

Family affairs.
Por cierto me entero por el ABC que mi tía segunda C. ha repartido los bienes entre su prole. Nada esperaba de ella, nunca nos hemos llevado bien desde que en una noche loca en el palacio de D. le dije que su niña era un tapón. Eran los tiempos de la movida y tal. Eso sí, el usufructo se lo queda. Papá desaprueba por completo un hipotético enlace matrimonial con el chupatintas y amenaza con ir a la boda, si la hubiere y le invitaren, sin afeitar como nobilísimo signo de protesta.

Elogio de la braga náutica.

Me entiendan. Uno es muy español y muy hombre y detesta las mariconadas de los dolchegabanas que invaden nuestras costas. No es que yo acuda a esas playas pero Mitere me lo cuenta que lo ha visto. Las cosas como son, bañarse con unas bermudas hasta la rodilla es un verdadero coñazo, con las perneras pegadas a los muslos que tardan la misma vida en secarse, con la espantosa huevera esa de rejilla, por no hablar del corte ciclista que queda. Ya digo, muy a favor del meyba de toda la vida, tan humilde y tan práctico. Por motivos similares desde hace años uso slips y no calzoncillos, ese falso mito de la elegancia. Pero esa es otra historia.

Un día entero de vacaciones.
Mitere sí va a la playa, le encantan las excursiones de un día en autobús, se marcha con sus amigas a Motril o a Torremolinos tempranito y para la cena ya está en su piso, colorá como un tomate y llena de arena por todas partes. Y Mitere se sienta feliz en su sofá y se queda frita viendo Telecinco recordando los culetes de los dolchegabanas en braga náutica que le han alegrado la vista.
Ya digo: comoensucasadeuno.

Continuará...

1 comentario:

BESOS dijo...

Pues en eso nos parecemos mucho porque yo siempre que puedo me escapo a Benidorm un finde a ver viejos amigos besoos